Para los padres de familia de las personas adolescentes que viven en detención el planear una visita a sus hijos suele ser una tarea difícil. Muchos de ellos provienen de comunidades de escasos recursos o incluso de comunidades que se encuentran muy lejos de donde se localizan los centros de detención. Costear un viaje al centro de detención no es algo que puedan contemplar tan fácilmente.

En el cuarto estado más grande de México, Durango, el día domingo 21 de agosto se realizó un convivio para los adolescentes del centro de detención CERMI y sus familias.

Dos madres viajaron con sus demás hijos y un padre viajó solo. Nuestra Coordinadora de Proyectos en Durango, Estefanía Acosta, proporcionó información acerca de los proyectos y ayuda que proveemos a las familias para luego distribuir comida y bebidas a todos los asistentes. Los padres suelen traer comida a sus hijos durante los días de visita, pero ya que en muchas ocasiones no pueden costearlo, el que nosotros les ofrezcamos comida gratis es un alivio para ellos.

Las familias pasaron un momento muy agradable y feliz, comiendo pizza, pastel y bebiendo sodas. Los padres de familia participaron en un taller liderado por la Lic. en Psicología Melissa Hernández, quien por medio de diferentes actividades pudo conectar con los padres para poder llegar a conocerlos mejor, así como también las necesidades que tengan como familia.

Estas familias suelen ser estigmatizadas por la sociedad. Todo el proceso penal por el que pasan sus hijos, hermanos o nietos también lo sufren ellos. Es usual que los padres sientan que han fallado cuando sus hijos se ven involucrados con el sistema de justicia.