El éxito de una persona joven en la comunidad está vinculado a las relaciones de apoyo con familiares y otras personas. Dado que la detención interrumpe inherentemente esas relaciones, los administradores y el personal del centro deben garantizar oportunidades frecuentes, accesibles y significativas para mantener dichas conexiones, incluidas aquellas más allá de la familia biológica o legal inmediata del joven.
Además, desde el momento en que un joven es admitido, el personal del centro debe considerar a los miembros de la familia como recursos y aliados, y también debe reconocer los efectos de la detención en la familia en su conjunto. Esto implica mantener una comunicación constante con los familiares y buscar su opinión al tomar decisiones que afecten a sus hijos.
Esta sección también aborda la necesidad de que los jóvenes puedan visitar y comunicarse con sus abogados y otros defensores sobre sus casos, problemas en el centro u otros asuntos que requieran asistencia legal.